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IVÁN SERGEVICH KOZLOV

 

Moscú, 1900.

Heredó de su madre el  espíritu supersticioso. De su padre, la determinación y un mal entendido anhelo social.

Así inició la carrera en la Armada Imperial Rusa a muy temprana edad y obtuvo el título de mariscal.

Llegó a Buenos Aires en 1948, cuando el presidente Juan Domingo Perón dictó una ley que admitía la entrada al país de diez mil rusos. 

Considerado héroe militar por sus allegados, lució su lealtad a la patria defendiendo Moscú frente a la ofensiva alemana.

Casi no conoció a sus hijos, abandonó a su familia mucho antes de trasladarse a Buenos Aires

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