top of page

LINA ALEXANDREVNA LÉBEDEV

 

Moscú, 1906.

Lina tardó mucho en entender el deseo de su madre.

¿Por qué le pedía lo que le pedía? ¿Por quién? ¿A quién quería cuidar?

Ania hablaba de la importancia del sacrificio, de hacer el bien para otros desinteresadamente. Así había educado a sus hijas.

Fue recién en 1926 que Lina entendió que, en su familia, la única que había hecho un sacrificio había sido ella. 

bottom of page